domingo, 17 de mayo de 2009

LA AVENTURA DE SER MAESTRA

LA AVENTURA DE SER MAESTRA
Definitivamente, este texto me hizo recordar esos primeros días en los que incursioné en un salón de clases, describe muy bien los temores y dudas que creo surgen en la mayoría de los ahora facilitadores, esos temblores en las rodillas , el diario padecer y la clásica pregunta : ¿ Cómo le hago con esto? Creo que el autor José M. Esteve nos plantea la problemática con la que nos enfrentamos todos aquellos a quienes las circunstancias nos llevaron a estar ahora frente a grupos de adolescentes, tan distintos e iguales a nosotros .
Los puntos importantes para vivir en la aventura de ser maestra son:
Pensar y sentir: debemos comprometernos no sólo en hacer el espacio educativo , sino en hacerlo agradable, en hacer que nuestros chicos quieran y deseen estar ahí; participar, y no solamente estar sentados escuchando. Necesitamos rediseñar las estrategias con cada uno de los grupos, midiendo las características, sopesando las individualidades y la propia personalidad de los grupos, ya que si logramos esos espacios, tanto los alumnos como nosotros tendremos un lugar de aprendizaje , y será definitivamente significativo ya que “ Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más placenteras”.
Dentro de la problemática planteada las dificultades son comunes a todos, en distintos grados todos las hemos sobrepasado y nos hemos ganado el derecho de ser y sentirnos maestros; entre las dificultades encontramos de primera la identidad , eso que nos hemos formado en todos estos años, lo que nos hace distintos a los demás y nos proporciona características individuales y únicas, es cierto eso de que “ nadie nunca nos enseñó a ser maestros “, estuvimos durante mucho tiempo del otro lado, como estudiantes y tuvimos excelentes maestros , pero nunca supimos cómo se desvelaban y pensaban para entrelazar conocimientos y vida diaria. Nadie nos hizo hincapié en las técnicas de motivación, comunicación de grupo, y sobre todo técnicas de control.
En esos primeros años, es terriblemente cierto eso de ser maestro por “ ensayo y error”, intentamos, probamos, usamos la “ receta mágica “ ( porque soy el profesor!), todo lo que creemos nos pueda servir, leemos todos los fines de semana algo sobre motivación, estrategias de aprendizaje, dinámicas de grupo, pero como también desconocemos parte de ese lenguaje, se nos complica más la situación.
La realidad nos llega en cada sesión, donde los muchachos en ocasiones están dispuestos a participar y cuestionar, y entonces tomamos ese interés y creamos, pero cuando los muchachos definitivamente no están dispuestos a soltar esa emoción por la clase se nos bien abajo el cielo completo. Eso de organizar la clase , los temas, objetivos y tiempos se aprende a golpes de suerte y mucho trabajo diario.

Otro punto importante es la comunicación en el aula, eso en lo personal no fue tan dramático, ya que por la misma profesión , creo que tengo experiencia en eso y manejo las “ habilidades de comunicación” ; desde el inicio me preocupé por no ser impositiva, por negociar, por darles a los alumnos la capacidad de elección y decisión, ya que además de los contenidos de enseñanza, necesitamos encontrar las formas adecuadas de expresión, en las que los silencios son tan importantes como las palabras, y definir que el problema no consiste sólo en presentar correctamente nuestros contenidos, sino también en saber escuchar, en saber preguntar”.
Definitivamente la cuestión de la disciplina es algo que pesa y se aprende desde esos primeros días, pero también debemos de ser justos, aprender a delegar y hacer responsables a los muchachos “ porque son seres esencialmente razonables… y saben descubrir muy bien cuáles son los límites”.
La cuestión es saber dialogar y negociar.
En la cuestión de los contenidos, todos hemos padecido de esas experiencias, donde preparamos material suponiendo cierto dominio previo y vaya chasco, resulta que si no se les olvidó simplemente no lo vieron , así que debemos en esos momentos re-escribir la historia y buscar identificaciones y rescatar lo posible , para en próximas sesiones llegar a donde hubiera sido el punto de partida, definitivamente , este punto no es sólo de los maestros novatos, sino muy actual.
Definitivamente , único que necesitamos , para poder llamarnos “ maestros “ , es entrenamiento y tiempo para que cada docente encuentre sus propios rasgos y” logremos así mantener una corriente de empatía con nuestros alumnos” .

1 comentario:

  1. Paola, eres una persona muy comprometida con tu labor como se aprecia en tus escritos, la experiencia acumulada, se trasmite, una verdadera maestra sólo se expresa así. Felicidades!!

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